jueves, 21 de abril de 2016

Necaxa


Autor: Giovanni Duayhe
Foto: Sebastián Rivera

La noche del 11 de octubre de 2009, el presidente Felipe Calderón disolvía Luz y Fuerza del Centro. Lo hacía mediante la fuerza, con argumentos de rentabilidad. “Aquellas cosas que deberían determinarse por medio de otros criterios se deciden en términos de eficiencia o de análisis «coste-beneficio» […] que encierran cálculos grotescos, asignando una valoración en dólares a la vida humana”, escribió Charles Taylor, filósofo canadiense. 

Sin embargo, los costos de LFC casi duplicaban sus ingresos por ventas. 

Ochenta y seis años antes, se fundaba el Club Necaxa, conformado por los obreros de Luz y Fuerza del Centro. Su nombre lo tomaba del río Necaxa, cuya presa provee aún de energía eléctrica al Valle de México. 

De ahí en adelante, una historia de triunfos acompañada de descensos a segunda división, mas con el suficiente legado como para alardear ser el equipo de la “Década de los 90s”. Pocos clubes se jactan de recolectar los suficientes éxitos como para marcar una época: Chivas, 60s; Cruz Azul, 70s; América, 80s. La década del 2000 tal vez esté compartida entre Toluca y Pachuca. 

¿Quién le va al Necaxa? Tu hermano, Andrés y Ángel. Nacidos entre el 84 y el 86, e identificables a priori. Eso fue lo que dejó, en la actualidad, la racha ganadora del equipo en la década subsecuente: diseminados antiguos aficionados a un club, expatriados después del último descenso. 

Ahora el equipo se encuentra en Aguascalientes. Tienen un buen proyecto, un lindo estadio, y probablemente regresen pronto a primera división. 

Se puede visitar el edifico del Sindicato Mexicano de Electricistas en la Cd. de México, en la esquina de Antonio Caso e Insurgentes. Andar por sus pasillos es como andar en cualquier otro burocrático edificio funcionalista, y de repente, "El retrato a la burguesía". Una obra del arte moderno mexicano, ahí, plasmada en el cubo de las escaleras. 

Algo descuidada, pero con esos intensos tonos rojos de la piroxilina, invención –según él- de Siqueiros. Aplica también otros conceptos, une planos desiguales, superficies cóncavas o convexas, techos con paredes, eliminando los ángulos de las escaleras donde se encuentra la pintura. 

Dice la crítica mexicana que Pollock le debe a Siqueiros la técnica del action painting y el dripping. Lo que sí es un hecho, es que fue su alumno en el Siqueiros Experimental Workshop, que el muralista impartía en Estados Unidos. 

Buen detalle de Siqueiros a los miembros del Sindicato. 

Aunque nada mejor que la imagen del equipo entero de Veracruz en close-up, cacheteando a Julio Furch, en la celebración del primero de sus dos goles en la final contra Necaxa del miércoles pasado.

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